Continuamos hablando de los cambios de aspecto de los tubos de acero inoxidable. Si no recuerdas bien el tema, te recomendamos leer la primera parte de este artículo en el siguiente enlace: https://www.sabanza.com/sufren-cambios-aspecto-los-tubos-acero-inoxidable/
Otro cambio de aspecto que se puede producir es que en los tubos inoxidables aparezcan manchas cobrizas sueltas en vez de cambio continuo del color. En este caso lo que ocurre es que, aunque la temperatura habitual de funcionamiento de la instalación sea baja ( como, por ejemplo, en una estufa de pellet, que trabaja a 160ºc), si la calidad del combustible es baja o contiene mucha humedad, se genera mucho hollín y creosota en la combustión,producto que en algunas zonas del tubo se va quedando pegado y acaba carbonizándose. Si no se limpia y deshollina la instalación con la debida frecuencia ,un dia, sin previo aviso, se recalienta y se incendia ese “carbón” que hay pegado en el interior de los tubos, y las manchas marrones son la evidencia de que en esas zonas del tubo estaba pegado el hollín que ha ardido. En este caso, el mayor problema no son las manchas sino el riesgo de que ese pequeño incendio puede acabar devorando nuestro hogar e incluso pasar a las casas vecinas ( puedes comprobar esto leyendo nuestro informe sobre incendios domésticos y como prevenirlos: https://www.sabanza.com/wp-content/uploads/2016/01/2016NFORMESABANZASOBREncendiochimeneas.pdf?x11844
Y ya que hablamos de falta de mantenimiento , debemos recordar otros problemas importantes , como la corrosión y envejecimiento acelerado de los tubos que pueden aparecer por ese no mantenimiento y que ya se trataron en la siguiente lección: https://www.sabanza.com/caso-1-evacuacion-humos-estufa-pellet/
Consejo: Invierte en el mantenimiento.Mejorarás el rendimiento de tu instalación de chimenea y alargarás la vida útil de tus tubos de inoxidable.
Tambien cambia el aspecto en los tubos de inoxidable cuando acaban ennegrecidos el último tubo y el remate o deflector final. En este caso lo que ocurre es que el hollín y partículas contenidos en el humo de la combustión se queda pegado a las paredes interiores y exteriores de las piezas finales. Si no nos gusta verlo, no queda otra solución para recuperar su aspecto inicial que desmontar esas piezas y rascar el hollín del exterior ¡¡¡ y deshollinar el interior de los tubos!!. Y para que no se repita el fenómeno, pasar a utilizar leña de mayor calidad .